Un bebé mal alimentado no sólo es infeliz, sino que no está sano, lo cual es una cuestión de preocupación para cualquier nuevo padre. La alimentación adecuada es, por supuesto, un ingrediente necesario de la buena salud. Basándome en experiencias personales, te presento aquí algo que me funcionó. Se ofrece como un consejo para aquellos padres que buscan mejores maneras de criar niños sanos.
Algunos hospitales y médicos han adoptado, al parecer, el lema de: “El bebé gordo de hoy es el paciente del mañana”.
Se ha encontrado que algunos alimentos preparados que se administran en los hospitales y que recomiendan los pediatras causan molestias a los bebés. Consisten en un revoltijo en polvo que se disuelve en agua y se le da a los bebés como alimento.
Si tú lo probaras alguna vez, estarías de acuerdo con el bebé. Sabe horrible.
Aun más, son puros carbohidratos y no contienen la
La causa principal de los trastornos en la vida temprana de un bebé es simplemente la alimentación que recibe. El bebé podría estar alimentado, sí. ¿Pero con qué? Soluciones de leche en polvo con alto contenido de carbohidratos y un malísimo sabor, o con leche materna aguada de una madre agotada por el trabajo. Su alimento debe contener un alto porcentaje de proteínas. Las proteínas son los componentes básicos de los nervios y los huesos. Un soldado herido no se curará sin un alto consumo de proteínas. Las úlceras no se curarán si no se proporciona una dieta rica en proteínas.
Para que se desarrollen el cerebro, los huesos y los tejidos, el bebé debe tomar proteínas. Y desde los dos días de edad hasta por lo menos los tres años. Con ello conseguiremos bebés fuertes, guapos y vivaces que duermen bien y a los que les va bien.
Este problema se abordó por primera vez como un asunto personal. Como el padre de un pequeño que no iba a vivir, tuve que actuar con rapidez para salvarlo. Había que (1) sacarlo del hospital (2) descubrir el porqué del problema y (3) remediarlo. El tiempo total disponible era de menos de 24 horas. Se estaba muriendo.
Así que (1) se le sacó del hospital y (2) se descubrió que no quería o no podía comer. Y así (3) se desarrolló una fórmula que contenía la nutrición que necesitaba y se le dio.
La fórmula utilizaba cebada. Las tropas romanas habían marchado viviendo de una dieta de cebada, el cereal con el contenido proteínico más elevado. Esta fórmula es el producto más cercano a la leche materna que se puede preparar de forma sencilla. Es una antigua fórmula romana de hace unos 2,200 años, ¡nada menos!
Ocasiona, por supuesto, unos cuantos problemas, pues se tiene que sacrificar una olla o un pequeño cazo donde cocinar la cebada (realmente destroza la olla, así que usa una olla sólo para este menester). Tendrás que cocinar la cebada durante mucho tiempo para obtener el agua de cebada, y puede que la olvides en el fuego y se queme. Pero a pesar de todos estos inconvenientes vale la pena si el resultado es una casa más tranquila y un bebé sano.
Cada día prepara una cantidad suficiente de esta receta de cebada para que te dure 24 horas, ponla en botellas esterilizadas y colócalas donde se conserven frías. Antes de dársela al bebé, caliéntala hasta más o menos 37º centígrados (haz la prueba vertiendo un poco en el dorso de la mano para comprobar si está demasiado fría o demasiado caliente).
Y aunque intentes mantener al niño en un horario, serás un insensato si no le das de comer cuando tenga hambre.
Una vez que un bebé se ha tomado su ración completa, normalmente duerme durante horas. Si no lo hacen, siempre hay una razón, tal como un alfiler o un pedazo de carbón en la cuna, pañales mojados, o cualquier otra cosa. Cuando un bebé que no debería estar llorando, lo hace, no pares hasta que averigües el porqué. No creas las teorías de que (1) el bebé sencillamente es testarudo ni tampoco que (2) tenga una seria enfermedad que requiere una operación inmediata. Entre una y otra estará la verdadera razón.
Fórmula de Cebada para Bebés
La razón principal por la que un bebé no está bien es que sus raciones alimenticias son deficientes. Y para remediar esto, aquí se presenta una fórmula que puede utilizarse:
1/2 de litro de agua de cebada
1/3 de litro de leche homogeneizada
1 decilitro de sirope de maíz.
La cantidad de sirope de maíz se debe variar según el gusto del bebé: a algunos les gusta más fuerte y a otros más diluida.
Esta fórmula puede multiplicarse por cualquier número de acuerdo con el número de biberones que se deseen, pero la proporción siempre es la misma.
Para hacer el agua de cebada, coloca media taza (8 cucharadas soperas o 120 ml.) de cebada integral en un trozo de muselina, átala de forma holgada para permitir su expansión. Se hierve lentamente durante seis horas y media en una olla tapada (que disponga de una abertura de ventilación), que no sea de aluminio y en unos dos litros de agua. Para ventilar la olla, se permite que escape el vapor, ya sea a través de una abertura en la tapa o colocando esta ligeramente desviada para que quede un espacio entre la tapa y la olla. El agua de cebada se volverá muy, muy rosada. Esto es lo que da, aproximadamente, la consistencia correcta del agua de cebada para hacer la fórmula anterior.
No le des la cebada al bebé; sólo el agua de cebada mezclada con la leche y el sirope de maíz en la proporción que se indica arriba. No añadas nada más a esta fórmula, como vitaminas o nata “para hacer la fórmula más nutritiva”. La fórmula es tal como se indica arriba. ¡Usa esta fórmula y ten bebés más sanos!
CÓMO PREPARAR LA FÓRMULA DE LA CEBADA | |
La Fórmula de la Cebada Pon media taza (120 ml.) Átala holgadamente Hiérvela lentamente por 6.5 horas en unos dos litros de agua. Mezcla la fórmula en las siguientes proporciones: 1/2 de litro de agua de cebada 1/3 de litro de leche homogeneizada 1 decilitro de sirope de maíz. |
un componente fundamental para todas las células vivas que incluye muchas sustancias que son necesarias para el funcionamiento apropiado de un organismo. Es esencial en la dieta para el crecimiento y la reparación del tejido.
un azúcar simple que se produce de forma natural en frutas, miel, y en la mayoría de los tejidos vegetales y animales. Es el principal azúcar que circula en la sangre y la fuente principal de energía del cuerpo. La glucosa también se produce comercialmente en forma de jarabe utilizado en la fabricación de dulces.