Existe otro factor clave para crear un matrimonio de éxito, o para reparar el que se ha deteriorado. También se relaciona con la comunicación: el intercambio de ideas entre dos personas.

De hecho, la comunicación es la raíz del éxito matrimonial, a partir de la cual puede crecer una unión fuerte. La falta de comunicación es la roca donde el barco puede estrellar su quilla.

En primer lugar, los hombres y las mujeres no son demasiado cuidadosos acerca de “con quiénes van y se casan”. Cuando se carece de entrenamiento básico sobre la neurosis, la psicosis o la manera de juzgar una buena cocinera o un buen trabajador, lo único que nos guía en la elección de pareja es eso que llamamos amor, algo lleno de trampas y traiciones y no muy fácil de identificar. Es esperar demasiado de una sociedad por encima del nivel de las hormigas que sea enteramente práctica acerca de una institución tan fundamentalmente poco práctica como el matrimonio. Por consiguiente, no es asombroso que la mala selección de pareja continúe con tal dejadez.

Sin embargo, no sólo hay maneras de seleccionar a una pareja para casarse, sino también de garantizar la continuidad del matrimonio. Son sencillas y todas dependen de la comunicación.

Debe existir cierta paridad (igualdad) en cuanto a la inteligencia y la cordura de los esposos para que tengan éxito en su matrimonio. En la cultura occidental, se espera que las mujeres tengan ciertos conocimientos en los campos de las humanidades (estudios culturales como idiomas, literatura, filosofía y arte) y las ciencias. Es fácil establecer los antecedentes educativos de la posible pareja; no es tan fácil medir su capacidad para la segunda dinámica o su cordura. (Una dinámica es un impulso hacia la existencia en cierta área de la vida. La segunda dinámica es el impulso hacia la existencia como generación futura. Tiene dos partes: el sexo y la unidad familiar. El folleto “Las Dinámicas de la Existencia” cubre el tema de las dinámicas).

En el pasado, se intentó establecer el nivel de cordura mediante manchas de tinta, cubos y pruebas con tornillos, para descubrir si la persona había perdido alguno. Las cifras resultantes se tenían que interpretar personalmente con una bola de cristal y luego volverlas a interpretar para aplicarlas.

En Scientology, existe una prueba de cordura y de cordura comparativa que es tan sencilla que cualquiera puede aplicarla. ¿Cuál es el “retardo de comunicación” de la persona? “Retardo” significa un intervalo entre sucesos. Cuando se le hace una pregunta, ¿cuánto tiempo le lleva responder? Cuando se le dirige un comentario, ¿cuánto tiempo le lleva captarlo y responder? El tiempo que pasa es lo que se llama retardo de comunicación. La respuesta rápida revela una mente rápida y cuerda, siempre y cuando la respuesta no sea incongruente; la respuesta lenta revela menos capacidad y cordura. Los esposos que tienen el mismo retardo de comunicación se llevarán bien; cuando uno de ellos es rápido y el otro lento, la situación se hará insoportable para el que es rápido y miserable para el que es lento. Además, cuando se aplica Scientology, esta producirá resultados más rápidos en la persona rápida y por esa razón, cuando reciben procesamiento, la falta de paridad entre ellos crecerá tanto que ninguno de ellos tendrá la capacidad suficiente para sobrellevar el asunto.

Cómo procesar a un matrimonio y conservarlo como tal es un problema que a muchos auditores les gustaría tener solucionado. No es un problema muy difícil. Simplemente se toma al cónyuge que tiene un retardo de comunicación lento y se le procesa primero, ya que su caso será más largo y difícil. Acelerando al lento, se causa un acercamiento a la paridad con el retardo de comunicación del cónyuge rápido, y no habrá objeciones. Si se empieza a procesar al rápido o si ambos inician el procesamiento al mismo tiempo, la diferencia entre ellos no disminuirá; se agrandará y el resultado será una ruptura en ese matrimonio.

La reparación de un matrimonio que se está yendo al garete no siempre requiere el procesamiento de los cónyuges. Puede ser que haya otro factor familiar en la escena. Este puede consistir en un familiar, como la suegra. ¿Cómo resolvemos este factor? Esto, una vez más, es simple. Si hay problemas en la familia, la suegra puede ser la responsable de haber cortado los conductos de comunicación o de haber desviado la comunicación. A uno u otro de los cónyuges, entonces, se le saca del conducto de comunicación en el que le corresponde estar. Él nota esto y se opone enérgicamente a ello.

Existe otra manera de cortar la comunicación, que ocurre cuando intervienen los celos. Este es el factor más frecuente en la desintegración matrimonial. Los celos surgen a causa de la inseguridad de la persona celosa y pueden o no tener fundamento. Esta persona tiene miedo de las líneas de comunicación ocultas y hará cualquier cosa para intentar sacarlas a la luz. Esto afecta al otro cónyuge, ya que le hace sentir que sus líneas de comunicación se están cortando; pues cree que tiene derecho a tener líneas de comunicación abiertas, mientras que su cónyuge insiste en que cierre muchas de ellas. Las peleas resultantes son violentas, como lo muestra el hecho de que las compañías de seguros no extenderán pólizas en las profesiones, como la de actor, en las que existen los celos: el índice de suicidios es demasiado alto.

La persona que es celosa tiene problemas en el tema de la comunicación; y al elegir qué cónyuge debe recibir procesamiento primero, el auditor debe seleccionar a la persona celosa.

El tema de la aplicación de Scientology al matrimonio necesitaría muchos capítulos para abarcarse, pero aquí se presentan las claves básicas para tener éxito en el matrimonio: ¡Comunícate!