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CÓMO AYUDAR AL INDIVIDUO A CURARSE A SÍ MISMO

Merece la pena ocuparse de las lesiones, las operaciones, los alumbramientos, las enfermedades graves y los períodos de choque emocional intenso, con ayudas completas y administradas a conciencia.

Una ayuda no invade el campo de la medicina en modo alguno. Siempre que sea necesario, se debe solicitar un examen médico y un diagnóstico, y cuando exista un tratamiento médico que funcione normalmente, se debe obtener. Puesto que una ayuda puede ocasionalmente encubrir una lesión real o un hueso roto, no hay que jugar con la suerte, especialmente si la condición no responde fácilmente. En otras palabras, si se piensa que sólo tenemos una pequeña torcedura, se debería hacer una radiografía para estar seguros, especialmente si no responde de forma inmediata. Una ayuda no es un sustitutivo del tratamiento médico y no intenta curar lesiones que requieren ayuda médica, pero es un complemento de la misma. Incluso es dudoso que se pueda lograr una curación completa por medios exclusivamente médicos, y es cierto que una ayuda puede acelerar la recuperación. En resumen, uno debe darse cuenta de que la curación física no tiene en cuenta al ser espiritual ni la repercusión sobre la existencia espiritual de la persona.

El estado espiritual de la persona puede causar una predisposición a las lesiones y enfermedades. El ser espiritual mismo las precipita (las produce), como manifestación de su condición espiritual actual. Y se prolongan al no conseguir tratar completamente los factores espirituales relacionados con ellas.

Las ayudas van dirigidas a las causas de la predisposición, la precipitación y la prolongación.

Sin duda alguna, la vida no es muy tolerable para una persona que ha sido lesionada o que está enferma; para una mujer que acaba de dar a luz un bebé; para una persona que acaba de sufrir un fuerte choque emocional. Y no hay ninguna razón para que una persona permanezca en ese bajo estado, en especial si es durante semanas, meses o años, cuando se le podría ayudar tremendamente a recuperarse en horas, días o semanas.

De hecho, es una especie de ejercicio de crueldad el insistir por negligencia en que una persona continúe en un estado así, cuando uno puede aprender y practicar, y conseguir alivio para esa persona.

No hace falta ser médico para llevar a alguien al médico. Y no hace falta ser médico para observar que un tratamiento médico puede no estar ayudando al paciente. Y no hace falta ser médico para resolver cosas causadas espiritualmente por el propio ser espiritual.

Así como la curación tiene dos aspectos –el espiritual y el estructural o físico–, también hay dos estados que pueden conseguirse espiritualmente. El primero de estos estados se podría clasificar como “humanamente tolerable”. Las ayudas entran en este apartado. El segundo es “mejorado espiritualmente”.

Cualquier ministro (y esto ha sido verdad desde que ha existido el tema de la religión) está comprometido a aliviar la angustia de su prójimo. Hay muchas formas en las que un ministro puede hacerlo.

Una ayuda no es dedicarse profesionalmente a curar. Ciertamente no es dedicarse a dar tratamiento. Lo que hace es ayudar al individuo a curarse a sí mismo o a ser curado por otro agente, al eliminar las razones de la precipitación y la prolongación de su condición y disminuir su predisposición a lesionarse más o a permanecer en una condición intolerable.

Esto está totalmente fuera del campo de la “curación”, tal como la contempla el médico y, según los registros existentes de sus resultados, está muchísimo más allá de la capacidad de la psicología, la psiquiatría y del “tratamiento mental” tal y como se practica en esos campos.

En resumen, la ayuda pertenece estricta y totalmente al campo del espíritu y por tradición pertenece a la esfera de la religión, aunque no restringida solamente a esta.

Una persona que aplique la tecnología de ayudas debería darse cuenta del poder que tiene en sus manos y de sus destrezas potenciales cuando se entrene. En presencia del sufrimiento tiene este don: puede hacer la vida tolerable. También puede acelerar una recuperación e incluso puede hacer que esta sea posible cuando podría no haberlo sido.

Cuando tengas frente a alguien que haya tenido una lesión o que esté enfermo, que haya sido operado o que haya sufrido un grave choque emocional, se debería usar una o más de las siguientes ayudas para asistir a la persona.

los métodos de aplicación de un arte o ciencia, a diferencia del mero conocimiento de la ciencia o arte en sí. En Scientology, el término tecnología se refiere a los métodos de aplicación de los principios de Scientology para mejorar las funciones de la mente y rehabilitar los potenciales del espíritu, desarrollados por L. Ronald Hubbard.

algo muy serio.